Antonio Puerta nos ha dejado. Todo el mundo coincide en que, si era un buen futbolista, aún era mejor persona. Le echaremos mucho de menos; su família, a la cual me uno en su pesar,… muchísimo más. Con dolor y resignación hemos de aceptar su adiós; pero también con júbilo: Dios, el mejor entrenador, lo ha fichado para su equipo "El Cielo" y jugará en el mejor Estadio "El Paraiso" donde disfrutará realmente del deporte del futbol. Allí, no se dan patadas malintencionadas, ni codazos, ni cabezazos, ni alevosos escupitajos a la cara entre compañeros al fin y a la postre que son. Allí, tampoco hay intereses económicos, ni presidentes mafiosos, ni figurones. Tampoco hay federaciones corruptas, arbitrarias y favorecedoras de unos e inquisitivas con otros. Y tampoco hay colegiados indecentes con sus apreciaciones, ni vendidos, ni sumisos al poder. Allí, solo pitan lo que ven. Por todo eso, Antonio, ahora que estás en el mejor equipo y a tu lado tienes al Más Poderoso, Sabio, Misericordioso y Omnipotente, pídele con insistencia que mire para la tierra y nos mande un fuerte soplido de: Humildad, de Cordura, y de Humanidad. Que nos respetemos y disfrutemos del futbol con pasión pero sin violencia, competir, pero con juego limpio. Adiós Antonio, pide también a Dios por todos nosotros, para que cuando decida llamarnos ante Él, podamos disfrutar del Paraiso, donde tú desde ahora disfrutarás por toda la Eternidad.
Alberto Cordero
Alberto Cordero